viernes, 30 de noviembre de 2007

Cine Indio: el nuevo boom mundial

Publicada en noviembre en El Planeta Urbano

Apto para todo público

3, 5 billones de espectadores al año en todo el mundo. La exploración de las coreografías como un recurso narrativo sumamente eficaz. Danzas sensuales, y nada de sexo agita la coctelera fílmica de la industria que más creció en los últimos años, la de la India, la de Bollywood.

Resulta que dos jóvenes indios se conocen por azar en Europa, y después de unas idas y vueltas se enamoran como pocos. Aunque todo parece ser tarde porque la joven está obligada por su padre a casarse con el hijo de un querido amigo. Lo que se dice una boda convenida; aunque ninguna historia está del todo escrita cuando dos jóvenes (indios) se enamoran, y más aún en una película india donde los finales son siempre color de rosa.
Resulta que Dilwale Dulhania Le Javenge -la película que narra esta historia- estuvo más de 8 años en cartel en los cines de la India, un récord que ni de cerca pudo lograr el más visto de los films occidentales. Dilwale… es solo una patita del cine de la India, más conocido a escala mundial como Bollywood (una mezcolanza entre Bombay, capital de Maharashtra, estado federal de la India y el cine nacido en Hollywood) y que define a la industria que desde hace más de 30 años emerge de la India y que arroja una producción de 1.000 filmes por año, provee las películas más populares del mundo y arroja un número que asusta: 3,5 billones de espectadores ven cine indio en el mundo cada año.
Hoy la oferta Hindú en materia de cine combina en una coctelera fílmica mejunjes esenciales al entretenimiento, con historias románticas y sensuales, con acción, sin sexo, y por supuesto con el plato principal: las coreografías. Es que en lengua hindi (el más fuerte de los 22 lenguajes que se hablan en la zona), Bollywood pisa fuerte a través de coreografías de más de tres minutos con personajes danzando y cantando –siempre doblados-, apoyados, en general, por paisajes grandilocuentes con montañas y campos de cultivos multicolores, que aportan un touch naif a la cuestión.
Quizás lo más parecido que hemos visto por estos rincones son algunas escenas de películas de Leonardo Favio.

Cine de hogar
Hoy el cine se ha convertido en la gran bandera cultural de la India, buena parte de Oriente Medio, Asia y África hacia el mundo. Algunos días atrás llegó a la Argentina un productor de cine indio, Ram Prasad Devineni, que en plan de conferencia organizó un seminario llamado Bollywood Experiencie junto a Indigo Producciones en la Ciudad Cultural Konex.
Por aquella tarde Devineni dijo, entre otras cosas, a los periodistas que en su país hay cines de 3.000 butacas donde los espectadores ven un filme unas 10 o 15 veces. Y gritan, cantan y se pelean como en una cancha de fútbol de acá. Y sumó un dato nada menor: en la India los filmes de Hollywood y Europa representan apenas el 10 o 15 por ciento de los estrenos cinematográficos, el resto lo ocupa toda la producción local.
Pero que un productor de la India ande por estos lados no es azar, es que la expansión mundial de Bollywood ya promete introducir su arte en la Argentina, país que todavía baila por fuera de su parafernalia. Cosa que no sucede en Brasil, donde por ejemplo se filmó gran parte del rodaje del film Hindú más exitoso del 2006, Dhoom 2 (una especie de Misión Imposible, con las caras más bonitas el cine local).
Por estos lados continua siendo casi un botín de guerra hacerse de películas indias, y es una verdadera pena. Solo algunos DVD Clubs pueden jactarse de contar con unas pocas: así para los que desean sumergirse en la búsqueda tres nombres se asoman en el mercado actualmente: Lagaan (nominada al Oscar en el 200), Novia y prejuicio, y Misión: Cachemira.
Aunque es bueno aclarar que Bollywood está lejos de ser un cine de culto o de autor, pues atrás de cada película hay una superproducción y todo una industria cultural cada día más cimentada que planea el arribo de su cine en distintas partes del mundo. Por otro lado, durante los últimos años productoras de cine de la India vienen firmando acuerdos con coproducciones de países occidentales, que facilitan la salida de su cine al exterior.
Donde Bollywood no es un berretín de cinéfilos, estudiantes de cine o buscadores de rarezas, es en Estados Unidos y… Perú. Aunque suene raro, cada día son más los fans peruanos de cine Hindú, que gracias a su apoyo logra estrenar periódicamente sus films en varios cines de Lima. Y el fanatismo se hace sentir también en Foros de Internet y en eventos organizados en todo Perú, como el festejo de cumpleaños de una de las estrellas más populares de la India, Shahruk khan, que contó con una maratón de sus mejores películas y una serie de entrevistas con subtítulos en español que colmó la sala.
Claro que para esta difusión mundial del cine Hindú Internet encaja como anillo al dedo, para darnos al menos una presentación de cine Bollywood a través de páginas como Youtube donde muchas de las mejores escenas y coreografías de films están subidas, o en páginas peruanas y españolas donde los internautas suben films y videoclips para compartir con otros.
Pero quizás lo más importante sea que atrás de Bollywood se esconde toda una manera de filmar, de narrar historias, de presentar al hombre y a la mujer, a la familia, a la cultura Hindú, de mostrar la sensualidad, y de no mostrar al sexo, porque en el cine indio no hay desnudos ni escenas de las llamadas "de amor". Aunque suene curioso ante nuestra mirada, lo más probable es que en las películas -que en general llegan a las 3 horas- no haya ni un solo beso por más que la historia guarde la más romántica de todas las relaciones de principio a final.
Y agreguemos curiosidades: el galán Shahrukh Khan, el mismo al que los fans peruanos le organizaron el cumpleaños a distancia, más popular en India que Brad Pit y Tom Cruise juntos, nunca besó a ninguna mujer en todos los films románticos en los que actuó.
Entonces en su lugar –en el de las escenas de sexo- las coreografías hacen lo suyo explotando al máximo la sensualidad india a través de sus danzas típicas y los retoques que llegan indudablemente influenciados del pop occidental. Así la conexión entre la música, la danza y las historias se hace infranqueable, y llega, en muchos casos a que las mismas bandas de sonido terminen recaudando más que los propios films.
Así este cine que con su boom mundial cachetea a la industria de Hollywood - en número de estrenos, no en poder económico -, Bollywood se nos presentará de forma masiva a los argentinos en no mucho tiempo.
Eso sí, deberemos antes que nada al momento de mirar cine indio prepararnos para tres horas de entretenimiento hogareño con coreografías de 4 minutos, sensualidad, humor bien familiar e inocente y los finales más felices del mundo. Toda una manera de sentir al cine, el de la India.