miércoles, 23 de diciembre de 2009

Movimiento Argentino para la Producción Orgánica




Creado en 1995, los preceptos del Movimiento son el cuidado de la ecología, la salud y la precaución, siempre bajo la producción orgánica, una actividad que día a día despierta más interés en los consumidores.


Como organización no gubernamental orgánica es la más importante de la Argentina, reuniendo en su interior a investigadores, técnicos, certificadores, entidades, empresas y ONGs relacionadas con este tipo de producción.


Nacido en 1995 el Movimiento Argentino para la Producción Orgánica (MAPO) apoya a núcleos de productores de orgánicos, fomentando distintas variantes de asociativismo que les faciliten acceder a las certificaciones, que les abra el camino hacia la compra de insumos y al intercambio técnico. Es decir, que trabaja para que los elaboradores puedan ingresar de lleno a los mercados.


“En 1992 comienza la producción de orgánicos en nuestro país. Después se generó un vacío y con el correr de los años surgió el MAPO, de la misma sociedad entre consumidores, productores y exportadores”, cuenta su presidente Gonzalo A. Roca. Entre otras actividades el Movimiento realiza capacitaciones y lleva a cabo ferias y encuentros orgánicos en donde, además de una exposición de productos, se desarrollan conferencias, clases de cocinas y talleres. “Es común que los consumidores no sepan del tema, y los que saben de estos alimentos no sepan donde comprarlos”, dice Roca.


Lo orgánico, explican desde el MAPO, mantienen sus propiedades naturales, vitaminas, minerales, azúcares y proteínas sin contaminantes ni conservantes, mejorando sus propiedades nutritivas y realzando el aroma, sabor y color de los alimentos. En sí, esta forma de producir es sostenible, ya que puede mantenerse por sí misma, sin merma de los recursos que utiliza. “Consumir alimentos orgánicos tiene que ver con la conciencia. Y tiene que ver con un sistema productivo que no contamine, con un menor consumo energético y con la posibilidad de que se aumente el empleo. En lo ambiental y en la salud están los grandes beneficios”, comenta el presidente del MAPO.

Números orgánicos
La producción orgánica descansa en los procesos ecológicos, el cuidado de la biodiversidad y los ciclos adaptados a las condiciones locales. Tampoco contienen residuos de productos químicos, ni semillas genéticamente modificadas.


Dentro del mapa mundial de la producción orgánica, compuesto por 31 millones de hectáreas en 120 países, especialmente en aquellos en vías desarrollo, la Argentina tiene unas 4 millones de hectáreas producidas de manera orgánica. De esta forma, según el último informe del Senasa, durante el año 2008 la superficie orgánica cosechada mostró un aumento del 16% con respecto al 2007, siendo los cereales y las oleaginosas los que marcan la tendencia. “El punto débil es que no crece es en el número de productores. La Argentina posee 1670 productores orgánicos, mientras que tanto en Brasil como en Perú hay 30 mil”, enfatiza Roca.


Con 100 productos orgánicos certificados en la Argentina se destaca la producción de hortalizas, aromáticas, frutas finas, yerbas, azúcares, vinos, miel, carne de vaca, quesos y dulces de leche. Casi el 99 % de la producción encuentra destino en la exportación, principalmente hacia los mercados de la Unión Europea, los Estados Unidos y Suiza. “El gran desafío es que se consuma más dentro del mercado interno”, dice Roca. “Pero el panorama es esperanzador porque hay mucha más búsqueda de información e interés sobre todo lo que comprende al mundo de lo orgánico”, Sintetizó el presidente de MAPO.