sábado, 4 de agosto de 2007

Un auténtico Decadente

Quiero ser un pendejo

Atrás de la imagen de rokero se esconde un padre que piensa en el futuro de sus hijas. Más cerca de la madurez no deja de ser un nene. Le gustaría que sus hijas sean libres en sus decisiones y no descarta volcarse hacia la actuación.

Ya pasaron más de 18 años desde que Los Auténticos Decadentes pisaron por primera vez aquel improvisado escenario en una escuela secundaria. Gustavo “Cucho” Parisi ya no es el adolescente que cantaba encima de ritmos de murga, rock y cumbia, y los Auténticos han dejado de ser una de esas bandas que suenan solamente en los boliches para convertirse en un grupo de rock que todos los años graban discos e imponen nuevas canciones.

A los 37 años “Cucho” tiene una familia formada junto a su esposa Bárbara (30) y sus dos hijas: Violeta de 5 y Lola de 2. “Estoy casado con mi mujer desde 1996 y con los Auténticos desde el 1986”, bromea jugueteando con su hija menor.

Su vida de casado lo encuentra hoy en el barrio de Caballito a pocas cuadras de la cancha del club Ferrocarril Oeste. En sus planes está terminar la casa que hace más de 1 año vive transitada por albañiles y para eso se ha convertido en un aplicado lector de revistas de decoración: “las compro para ver como puedo decorar la casa porque es mi sueño, yo sé que de acá nadie me va a poder sacar”. La casona en construcción se esconde tras un paredón “al estilo Sandro” para que nadie moleste la intimidad de la familia Parisi.

A “Cucho” la vida de músico le implica pasar todos los fines de semana en giras con su banda y alejado de la familia: “somos 16 músicos más los técnicos, sino hacemos giras no alcanza para todos”. Además de ser el cantante, es la cara más visible en los videos de la banda y hasta no hace mucho tiempo fue el protagonista principal de una publicidad de Multicanal junto a una pulposa joven. “Como pasa con otros de los auténticos que piensan dedicarse a productores musicales, a mí me gustaría más adelante dedicarme a la actuación, es algo que siempre me gustó. Aunque si me llamara Suar le diría que se adapte y me deje grabar dos días a la semana, bien a lo vago”, dice riendo.

Papá es un rockero

“Él es un nene más, yo en vez de tener dos hijas tengo tres”, dice Bárbara la mujer de Cucho que no solamente es mamá y ama de casa, sino que es una especie de secretaria de su marido. “A ella no le gustan las fotos ni salir en los medios, es lo opuesto a mí”, explica el cantante relajado en su sillón.

La historia de la pareja parece salida de una de sus canciones: “con Bárbara nos conocimos en el programa “Feliz Domingo para la juventud, ella fue como estudiante y yo como músico invitado al programa”. A los pocos días se volvieron a cruzar en una disco y allí nació el idilio que se extiende en más de 12 años.

Su aspecto joven, de peinado afro teñido de rubio, se armoniza con el de padre responsable que prefiere mandar a sus hijas a colegios públicos porque, como dice, no le gusta gastar plata en educación privada: “me parece una estupidez. Nosotros somos de barrio, yo me crié en una familia humilde y aunque ahora podamos darnos algunos lujos los valores no cambian. Yo no quiero que mis hijas me pidan viajar todos los años a Disneylandia porque esa no es nuestra realidad”, dice orgulloso.

A las 17 horas llegan sus dos hijitas de la mano de la madre. Vienen del colegio. Las dos van corriendo hacia la cocina para prepararse la merienda. “A mí me da un poco de miedo la inseguridad, yo me crié en la calle cuando las cosas eran más sanas. Hoy por hoy tenés que mandarlas a clubes o vivir más recluidos, hacer una vida de departamento, más canuta, porque lamentablemente con la inseguridad no hay muchas opciones”.

Violeta, la más grande de las dos, parecen no gustarles las fotos. Llora y se esconde abajo de la cama y finalmente su madre la convence. Mientras se peina, juega a maquillarse. “Me gusta como puedo comunicarme con ellas. Los cuatro vamos a ver espectáculos juntos. Aunque me da un poco miedo que sean artistas por lo difícil que es vivir de esto, pero si su decisión que así sea”.

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